viernes, 27 de julio de 2012

Cullera sondea devolver los ancianos a sus familias al barajar el cierre de la residencia


El Ayuntamiento de Cullera podría cerrar la residencia de ancianos municipal, situada en el barrio del Raval y en la que hay alrededor de 35 ancianos, si no encuentra a ninguna empresa que quiera hacerse cargo de su gestión. El departamento municipal de Servicios Sociales está informando a los familiares de la situación para que manifiesten mediante la firma de un documento si, en caso de que se cerrara la residencia, acogerán en su propio domicilio al anciano o lo trasladarán a otra residencia, además de autorizar al ayuntamiento a adoptar las medidas de urgencia que fueran necesarias.
La actual concesión terminó hace tiempo y el consistorio llegó a convocar dos concursos para renovar la gestión del centro, pero ambos quedaron desiertos por falta de licitadores. El pasado 4 de mayo, la actual concesionaria, Gabinete Técnico de Trabajo Social, SL, comunicó su intención de poner fin al servicio en un plazo de 3 meses, que vence el próximo 4 de agosto. Pero parece que su gestión se podría prolongar durante un tiempo ya que responsables de esta empresa aseguraron que no es su intención «dejar a nadie en la estacada», por lo que seguirán al frente de la residencia a la espera de que el ayuntamiento publique un nuevo pliego de condiciones, algo que esperan que no se demore. También está previsto que responsables de Gabinete Técnico de Trabajo Social y del ayuntamiento se reúnan a principios de agosto para determinar hasta cuándo esta empresa se hará cargo de la residencia.
Además, se convocará un tercer procedimiento para encontrar una nueva adjudicataria. Este tercer concurso tendrá características diferentes a los anteriores y se invitará a participar a tres empresas del sector. En caso de que cerrara la residencia, el consistorio solicitará a la Conselleria de Bienestar Social que otorgue de forma urgente a los residentes una plaza en otra residencia concertada o les conceda una ayuda económica como dependientes. Y mientras se buscara plaza en una residencia pública, el ayuntamiento otorgaría a los familiares una ayuda económica para que el anciano pudiera estar en la residencia que ellos elijan. El consistorio solicitaría a tres residencias que presentaran su mejor oferta económica y, con independencia de la que eligieran los familiares, el ayuntamiento otorgaría una subvención que tendría como máximo el límite de la oferta más económica, deduciendo el dinero de la pensión del anciano, como ya ocurre ahora.
Retrasos en el cobro
Parece que las dificultades para cobrar del ayuntamiento es uno de los motivos que dificultan encontrar una empresa que quiera gestionar la residencia. Esto, junto a las condiciones del último pliego que se publicó, son los motivos que llevaron a Gabinete Técnico, que lleva unos 20 años gestionando la residencia de Cullera, a no participar en el concurso.

PEPI BOHIGHES

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