La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un total de 5 años y 9 meses de prisión a un hombre, de origen cubano, que en febrero de 2007 robó una botella de wishky en un supermercado de Cullera y agredió a tres empleados en su huida y que, además, propinó puñetazos y patadas a un agente de la Guardia Civil cuando le pidió que se quitara la chaqueta para cachearle.
Según la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), la Audiencia desestima el recurso de apelación presentado por el procesado, que asegura que lo ocurrido fue un error, y confirma la sentencia del juzgado de lo Penal número 1 de Valencia, que le condenó a 3 años y 9 meses de prisión por un delito de robo, a 9 meses por un delito de lesiones y a 1 año y 3 meses por el de atentado.
Los hechos sucedieron el 17 de febrero de 2007 cuando el acusado acudió a un conocido supermercado de Cullera y cogió una botella de wishky "con la intención de apropiarse de ella sin pagar", dado que se la guardó bajo la ropa. Después pasó por caja con un brick de vino, dos latas de conserva y una botella de cerveza, momento en el que la cajera le exigió que sacara la botella y la pagara.
Ante la negativa del procesado, la cajera se dio la vuelta para llamar al encargado, momento que aquel aprovechó para golpearla con el paquete de latas de sardina que le causó una contusión parieto-occipital y una crisis tónico clónica.
El acusado salió entonces del supermercado, seguido de otro de los empleados del establecimiento, a quien arrojó la botella de cerveza de cristal, que le causó una contusión en el antebrazo. Una tercera empleada salió tras él y recibió un empujón del procesado que le provocó contusiones en el brazo.
Tras lograr su objetivo, la Policía Local acudió al local y consiguió localizar en sus inmediaciones al sujeto, que fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil. Una vez allí, cuando uno de los agentes le conminó a que se quitara la cazadora para poder cachearle, el detenido comenzó a propinarle patadas y puñetazos que tardaron diez días en curar.
Por estos hechos, además de las penas de cárcel, la sentencia de primera instancia le condenaba también a desembolsar 9,01 euros al supermercado en concepto de responsabilidad civil, y a indemnizar con 1.800 euros a la cajera y con 240 euros a los otros tres agredidos.
En su recurso de alegación, el procesado señala que lo ocurrido fue un mero error, ya que se sintió "ofendido" por las dudas de la cajera sobre si iba a pagar la botella. No obstante, el tribunal considera que "lejos de tratarse de un episodio baladí, hizo gala de una inusitada violencia" tal y como lo demuestra el estado en que quedaron las latas utilizadas para golpearla.
También manifestaba el acusado que su actitud ante el agente fue en legitima defensa, un extremo que la Audiencia rechaza en tanto en cuanto las declaraciones de los presentes confirman que "se abalanzó directamente sobre el agente" sin que se hubiera iniciado ningún tipo de forcejeo.
Por último, también desestima incluir como atenuante un supuesto estado de drogadicción y señala que los testigos no apreciaron síntomas de ir bajo los efectos de drogas o alcohol ni consta un historial de consumo.
Así, ratifica íntegramente la sentencia y le condena a pagar las costas del proceso de apelación.
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