La asociación de empresarios de hostelería y turismo de Cullera y la Ribera Baja y la asociación de comerciantes y empresarios de Cullera (ACECU), han iniciado una campaña turística de verano para analizar el problema de la venta ambulante y su impacto económico y turístico.
Así, han hecho un llamamiento al colectivo empresarial para que los empresarios locales no permitan la entrada en sus comercios y locales de hostelería a los vendedores ambulantes, colaborando de esta manera en la erradicación de la venta ambulante en Cullera, lo que supondría un «avance cualitativo y cuantitativo en la prestación de servicios y en el aumento de la calidad turística del municipio».
Según ha explicado el presidente de la asociación de hosteleros de Cullera, José Palacios, «hace tiempo que el colectivo del comercio está intranquilo por los daños económicos que provoca la venta ambulante». Conscientes de la necesidad de frenar esta situación la asociación de hosteleros inició una serie de entrevistas con la alcaldía de la localidad que han desencadenado en un trabajo efectivo por parte de estos, que ha conseguido disminuir la venta ambulante de los puntos estratégicos de Cullera como el paseo marítimo, la arena de la playa, el mercadillo y otra serie de reductos importantes como son las calles turísticas de San Antonio.
Según Palacios, «el calado social que tiene este tipo de vendedores en los vecinos, que a menudo se solidarizan con ellos, ha impedido que se realicen actuaciones más importantes, a pesar de que la policía ha puesto en marcha un mecanismo de mayor control y presencia para combatir este tipo de venta ilegal». La gente ignora que «las cuestiones verdaderamente perjudiciales de este asunto se encuentran en los grupos organizados que hay detrás de los vendedores y que se benefician de sus ventas», ha añadido Palacios.
Se trata de un tema de «gran importancia para el sector empresarial local que cobra especial relevancia en estos momentos en los que está a punto de arrancar la temporada turística de verano», en la que Cullera recibe a miles de turistas y visitantes procedentes de toda España y el extranjero.
La venta ambulante no sólo «daña la imagen de destino turístico de calidad que con tanto esfuerzo ha conseguido atesorar Cullera durante los últimos años. La actividad fraudulenta que desarrollan estos vendedores ilegales supone una amenaza también para la viabilidad y rentabilidad de los comercios locales que ven con temor cómo se pone en peligro el crecimiento económico de sus negocios y la creación de nuevos puestos de trabajo».
Palacios también ha confirmado que en la playa hay un espacio reservado a vendedores con permiso. Esta licencia de venta ambulante se puede solicitar en el ayuntamiento y da derecho a una ubicación donde poder vender legalmente.
De hecho, y según explica Palacios, «este permiso implica una garantía de que no se está infringiendo la ley. En estos momentos los vendedores con permiso ofrecen a sus clientes souvenirs o productos artesanales elaborados por ellos».
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