domingo, 28 de agosto de 2011

Cullera castiga el ruido en verano pero tolera fiestas hasta la madrugada

Las ordenanzas restringen a cuatro horas diarias la actividad a albañiles o carpinteros pero no regulan el horario de las verbenas privadas

Las ordenanzas municipales de Cullera incluyen una curiosa paradoja sobre normativa de ruidos: en verano sólo se permite cuatro horas al día realizar obras que sobrepasen ciertos decibelios; en cambio, no es muy específica en la regulación de las molestias sonoras de las verbenas vecinales, que pueden durar toda la noche mientras no rebasen los 30 decibelios.

La situación ha originado la queja de los veraneantes del Racó, que critican que mientras se prohíbe a obreros o carpinteros realizar reformas en las casas del 15 de junio al 15 de septiembre para no molestar a los turistas, estos sí que pueden organizar fiestas que se prolongan "hasta las 2.30 horas de la madrugada", o incluso más.

Según fuentes de la Policía Local, la ordenanza de Cullera determina que, en verano, todas las obras que ocasionan molestias sonoras (por ejemplo, el sonido de una radial) sólo pueden realizarse entre las 10 y las 14 horas; el resto del día se pueden ejecutar obras con menos ruido. El propósito es, según detallan, no molestar a los veraneantes y promover así la actividad turística.

La regulación de las verbenas vecinales de verano ya es mucho más complicada y todos los años origina las quejas.
El Ayuntamiento de Cullera ha remitido una carta informando que las fiestas particulares de las comunidades de vecinos quedan fuera de la Ley de Espectáculos 14/2010 de la Generalitat Valenciana. Así, el consistorio no regula su horario y se pueden prolongar toda la noche mientras se respeten los índices de ruido legales -durante el día menos de 40 decibelios y por la noche (22 horas a las 8 de la mañana), menos de 30-. Pero si la fiesta cuenta con una orquesta en directo, sólo pueden estar cantando hasta la 1.30 horas, según la Asociación de Administradores e Inmobiliarias.

Fuentes policiales reconocen que es complicado controlar que estas verbenas cumplan la ley. Los viernes y sábados se pueden celebrar varias a la vez. Para comprobar si se sobrepasa el máximo permitido y promover una denuncia habría que pararlas todas en la misma zona y que cada comunidad volviera a poner la música para medir el sonido individualmente.

En la práctica lo que ocurre es que cuando un vecino se queja por una fiesta, la policía acude y pide que bajen la música. Un sábado, la policía recibe hasta 8 reclamaciones.
Cullera trabaja en elaborar nuevas ordenanzas, aunque las fuentes consultadas creen que será complicado establecer unos criterios mientras la Ley de Espectáculos, que tiene rango superior, no se pronuncie sobre las fiestas privadas.

"La norma perjudica a la construcción"
Desde la Asociación de Administradores e Inmobiliarias de Cullera (Adicu) se muestran contrarios a que se prohiban en verano determinadas obras por el ruido. Los administradores creen que esta medida perjudica al sector de la construcción. Desde Adicu aseguran que, a veces, los veraneantes se han quejado por no poder hacer reformas en sus pisos y, en ocasiones, la policía, alertada por los vecinos, se ha presentado a paralizar una obra. En cuanto a las verbenas, los administradores aseguran que es un tema que no suele generar división entre vecinos. Aunque, desde la policía de Cullera, indican que muchas de las quejas que reciben por las molestias de las fiestas nocturnas provienen de la propia comunidad.

1 comentario:

  1. Seguro que el responsable de regular los ruidos no vive cerca de quien los origina

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