miércoles, 14 de septiembre de 2011

PIDEN 7 AÑOS DE PRISION POR SUPUESTA ESTAFA

La fiscal solicita sendas penas de siete años de prisión por un delito de estafa para dos miembros de una familia de la localidad valenciana de Cullera a los que acusa de apropiarse en el año 2003 de los bienes de una mujer de 89 años que padecía demencia senil y que falleció un año después.
El Ministerio Público pide también que se multe con 8.640 euros a cada uno de ellos, un padre y su hijo, mientras que la defensa reclama su libre absolución argumentando que la anciana entregó los bienes «por su propia voluntad».
En el juicio que ha comenzado hoy en la Sección Tercera de la Audiencia de Valencia se ha demandado el sobreseimiento provisional parcial de la causa sobre un tercer procesado, la esposa y madre, respectivamente, de los otros dos, debido a su «grave e irreversible» estado de salud.
Según el escrito fiscal, Paquita F.V., su hijo, Enrique José B.C., y su marido, Enrique B.R., convencieron a Joaquina G.G., de 89 años y que vivía sola, para que se fuera a vivir con ellos con la promesa de cuidarla. Durante unos meses, convivieron en casa de los acusados, para instalarse luego en la de la octogenaria, ambas en Cullera.

Administración de los bienes

Como que ésta padecía demencia senil, los procesados la convencieron para que les otorgara poderes para la administración de sus bienes, y, cuando los obtuvieron, le suscribieron pólizas de crédito y retiraron el líquido de sus cuentas.
Además, lograron que nombrara heredero a uno de ellos en detrimento de la propia hija de la víctima, con la que no mantenía relación alguna y que quedó desde entonces desheredada, siempre según el escrito del Ministerio Público.
Uno de los acusados ha explicado que su madre era portera de la finca donde vivía Joaquina y que mantenían una relación «casi familiar», incluso de atenderla a diario, por lo que la acogieron en su vivienda cuando murió su pareja y dijo sentirse sola. «Nos fuimos a vivir a su casa porque ella lo propuso. Lo hizo todo por su voluntad, no la convencimos», ha dicho al tiempo que ha insistido en que la mujer estaba «en perfectas facultades, no senil».
El otro acusado, padre del primero, ha manifestado que cuidaban «muy bien» a la octogenaria y que ella es la que quería vivir con ellos. «Nos dijo que nos daba todo lo que tenía a cambio de quedarse con nosotros y cuidarla. Estaba en condiciones, no demente, pero se sentía sola. Ni la maltratábamos ni la robábamos», ha defendido.
Sobre para qué se extrajeron de sus cuentas bancarias en cuatro días consecutivos cantidades de entre 1.080 y 29.500 euros, ha dicho no saber «nada» pero que ella «hacía créditos a particulares».

Supuesto delito

La mujer que denunció al juez el supuesto delito, dueña de un comercio al que acudía la víctima, ha declarado que Joaquina le aseguró que la habían «engañado, robaban y no dejaban salir de casa».
Por contra, el letrado que redactó los poderes y el testamento ha considerado que «estaba muy satisfecha con la familia mientras que no tenía relación con su hija desde hacía 40 años», e hizo las gestiones «sabiendo perfectamente lo que hacía» sin que observara «coacción alguna» por parte de los acusados.
En opinión de los forenses, cuando sucedieron los hechos la anciana padecía una «demencia senil muy evidente» con un «importante déficit cognitivo intelectual» que la hacía «manipulable, fácil de convencer e incapaz de decidir por sí sola».

1 comentario:

  1. eso es de ser ladrones,ala carcel por sinverguenzas,uno tiene qe ganarse lo sullo por sus propio meritos,q lo paguen,muy bien por esa denuncia

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