jueves, 19 de agosto de 2010

MAREA DE SOMBRILLAS VACIAS EN CULLERA

Cullera. Nueve y media de la mañana. El cielo está nublado. A pesar de ello, decenas de sombrillas descansan, solitarias, junto a la orilla del mar. Son muchos los turistas que madrugan cada día para asegurarse un trocito de arena a primera línea de playa.
Es el caso de José López, un madrileño que ha escogido Cullera para disfrutar de sus vacaciones hasta el 31 de agosto. «Si quieres estar con los niños a primera fila, tienes que venir pronto», cuenta este hombre, quien madruga todos los días para conseguir un pedacito de arena a primera línea para su mujer, su hija, su yerno y su nieto, que todavía tiene un año y medio. «Si estuviésemos a tercera o cuarta línea, tendríamos que estar corriendo detrás del crío a todas horas», explica José.
Otros turistas, como José Antonio Blanco, escogen ir pronto a la playa «porque es cuando mejor se está». Este madrileño visita Cullera con su mujer cada verano desde hace 40 años. «Conocemos la ciudad como la palma de nuestra mano», asegura este turista, quien no ve correcto que algunos bañistas coloquen su sombrilla a primera línea, que se vayan a casa y que vuelvan cuando la playa ya está llena de gente.
En Gandia era una práctica habitual hace unos años, pero el yuntamiento aprobó una ordenanza que prohibía plantar las sombrillas y hamacas de madrugada porque molestaba a los servicios de limpieza. Los mismos servicios retiraban al principio las molestas sombrillas sin dueño y los asiduos de esta práctica no tardaron en abandonarla.
En Cullera la situación no ha cambiado: «Conozco a gente que se levanta a las siete y media a propósito y que luego se vuelve a acostar hasta las once o doce, que ya está lleno», explicaBlanco.
Lo mismo opina el asturiano Manuel González. Él también madruga casi todas las mañanas para escoger un sitio privilegiado cerca del mar. «No me parece bien que la gente deje las sombrillas hasta las doce del mediodía, como si fuese un coto de terreno de su propiedad. Sólo faltaría que dejaran un cartel por la noche», relata este veraneante, quien cree que esta práctica «se debería prohibir. Que se hagan rondas. Lo que no puede ser es que haya gente que venga a guardar sitio para los demás. Si vienen, que se queden en la playa, como hacemos nosotros», concluye.
Y es que para muchos, las sombrillas son un estorbo cuando se encuentran a primera línea de la playa. «Me parece una falta de respeto para la gente que quiere pasear a orillas del mar. Vas tropezando continuamente»,
A mi entender y es mi opinion,., deberia prohibirse colocar a menos de 10 metros del agua cualquier sombrilla y silla particular y si quieres primera fila todo de pago gestionado por el ayuntamiento.esto a lo mejor aparte de evitar molestias a los demas generaria algun puesto de trabajo extra no????

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