viernes, 20 de mayo de 2011

¿Tiene sentido la jornada de reflexión antes de las elecciones?


¿Es posible mantener la prohibición de actos electorales en la era de los blogs y el vídeo político? ¿Qué pasa cuando los ciudadanos reflexionan en alto a través de los medios y redes sociales?
El sábado no se pueden celebrar actos ni reuniones políticas, pero en las redes sociales, los foros, los blogs y demás medios se hablará de las elecciones y se pedirá el voto.

Y, previsiblemente, los móviles reciban y envíen muchos mensajes sms animando al voto para un determinado partido.

Por supuesto, los medios extranjeros no están afectados por la ley electoral. Y hoy son perfectamente accesibles por internet y la televisión por satélite o cable.

Incluso si todo el mundo respeta a pies juntillas el oasis de la jornada de reflexión, la asincronía de internet y la presencia permanente y accesible de todos los contenidos permite que los actos políticos, mensajes, vídeos, propaganda, etc. de toda la campaña aparezcan ante el ciudadano en lo que es ya el presente continuo de la política en el ciberespacio y en una democracia irremediablemente orientada a las elecciones.
En muchos países se hace campaña hasta la puerta del colegio electoral e incluso dentro. En España es ya tradicional que los diarios burlen las normas de la reflexión publicando entrevistas con candidatos en las que no se pide directamente el voto, pero se hace propaganda con la personalidad del político.

En las anteriores elecciones de 2004 la jornada de reflexión reventó con la protesta ante las sedes del PP sobre el 11-M y los móviles entraron en la vida política española con fuerza suficiente para alterar los equilibrios electorales.

La jornada de reflexión tenía sentido en los comienzos de la democracia, cuando algunos no aceptaban el nuevo régimen y aquel día permitía descanso a los ciudadanos y una oportunidad para evitar incidentes y alteraciones de la libertad para votar.

Hoy está superada por la realidad de la comunicación en la era de la información 24 horas y cuando la política utiliza todos los medios de la sociedad de la información.

El día de reflexión se ha acabado. Digan lo que digan las normas electorales, la política y las campañas de hoy no descansan la víspera de unos comicios igual que las precampañas son también campañas, a pesar de las restricciones legales.

Quizá sería mejor asumirlo. Reconocer que las elecciones son para conseguir los votos de los ciudadanos y dejar que la política se la juegue hasta que el voto entra en la urna.
sirve para algo la jornada de reflexion??'
PUES VA A SER QUE NO .


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